miércoles, 3 de septiembre de 2014

A “SOCAR” NUEVAMENTE POR LA VENIDA DEL FONDO

Entre todas las noticias de la semana, el Movimiento Amplio quiere destacar la llegada al país de una nueva misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) que tendrá la tarea de revisar y evaluar el estado de la economía hondureña.

¿Por qué es importante que estemos enterados y demos seguimiento a la venida de los técnicos del Fondo?.... la respuesta es sencilla…. porque marca buena parte del rumbo inmediato del país y de quienes lo habitamos… marca, por decirlo de alguna manera, la posibilidad de sobrevivir económicamente como país,  a corto y mediano plazo, pero también marca la posibilidad o no,  de que la mayor parte de las familias hondureñas superemos la pobreza.


Por eso repetimos: si usted es maestro, médico, empleado público, enfermera…forma parte de un sindicato, una organización campesina o patronato…integra un movimiento de jóvenes o de mujeres… es parte del Movimiento Amplio o simplemente dirige una familia, entonces tiene que enterarse de qué es lo que hacen los técnicos del Fondo en el país, cuáles son sus propuestas o recomendaciones y lo más importante cuáles son las propuestas que se hacen desde el gobierno hondureño y cuáles son los compromisos que asumimos como país.
Sabemos que darle continuidad a negociaciones de este tipo no es una tarea fácil. Primero, por la secretividad en la que se desarrollan estas reuniones y segundo por el lenguaje técnico que se utiliza para describir los acertijos de la macroeconomía. Sin embargo, como ciudadanos y ciudadanas debemos hacer un esfuerzo por tratar de comprender cada vez más estos temas e involucrarnos en la discusión pública de los mismos.
Con la llegada de los técnicos del Fondo Monetario inicia en el país una serie de discusiones que se quedan en un círculo muy cerrado de personas. Los del Fondo que a partir de pequeñas alusiones en la prensa revelan que se han encontrado un país que carece de un verdadero plan económico, los del gobierno que tratan a toda costa de ocultar la insolvencia del Estado y están unos cuantos miembros de la sociedad civil queriendo revelar el enorme daño económico y social que las soluciones del gobierno y del fondo provocan. Pero ¿dónde está la ciudadanía que padece las recomendaciones hechas por el fondo e impuestas por el gobierno?.

Para esta visita, se prevé que el tipo de “exigencias” o condicionalidades se concentren en temas como:
-      El control del déficit del sector público, es decir cómo evitar que el gobierno gaste más dinero del que tiene o mejor dicho del que produce
-      La mejora de la recaudación tributaria, es decir cómo lograr que los diversos sectores sociales paguen los impuestos que le corresponden
-      Sentar las bases para la mejora de la banda cambiaria, es decir mejorar la relación entre el lempira y el dólar.
A simple vista, los temas a tratar son correctos. Desde el Movimiento Amplio siempre hemos demandado,  por ejemplo, que el gobierno haga un uso más responsable y honesto de los recursos públicos y hemos demandado que todos los sectores, especialmente los más ricos y productivos, paguen todos los impuestos que les corresponden.
Sin embargo, el problema es cómo se traducen estas exigencias en la práctica y es aquí donde reiteramos nuestro llamado de atención a la ciudadanía.
El control del déficit del sector público, es decir cómo controlar el gasto del gobierno, es entendido por las autoridades y aceptado por el Fondo, por ejemplo, en la reducción del presupuesto destinado a salud pública, con lo cual el acceso a una atención de calidad en hospitales públicos será mucho más difícil. Y obtener medicinas o tratamientos completos para enfermedades costosas como el cáncer, simplemente será imposible.
Es decir, que los funcionarios públicos no reducen los lujos que se dan a costa del dinero público como el uso de helicópteros o la construcción de infraestructura que sólo les sirve a ellos o sus negocios… tampoco dejan de robar … lo que hacen para reducir el déficit es bajar cada vez más la cantidad y calidad de los servicios públicos… salud, educación… 
De igual forma, una mejora en la recaudación tributaria, no quiere decir que desde la Dirección Ejecutiva de Ingresos se establezcan acciones contundentes para exigir el pago de impuestos a los grandes sectores empresariales o para eliminar privilegios como las exoneraciones fiscales.
Generalmente cuando se habla de mejorar la recaudación tributaria, la población debe entenderla como el anuncio de un nuevo paquete de impuestos, mejor conocidos como “paquetazos”. Solo hay que recordar que la última respuesta del gobierno al fondo sobre este tema provocó el aumento del 12 al 15 por ciento del impuesto sobre la venta.
Y si hablamos de mejorar la banda cambiaria entre el dólar y el lempira esto debe traducirse en un anuncio de una mayor devaluación y por lo tanto en más inflación. Dicho en palabras más sencillas que el precio de todos los productos que consumimos los hondureños y hondureñas será más alto, todo más caro…
Sobre estas exigencias o condicionalidades pueden existir varias lecturas y puntos sobre los cuales, sin duda, puede haber un consenso real, no el ficticio que se pregona. Nadie, en su sano juicio, puede estar en contra de reducir el déficit fiscal, o mejorar la captación de impuestos, pero el asunto es cómo lograrlo sin que al final los pobres sean más pobres y los ricos más ricos.
¿Cómo lograr, por ejemplo, controlar de manera real la inflación porque este es el peor y más grosero impuesto a la población pobre?
Hay que tener presente que al FMI el tema de las desigualdades sólo le interesa por el lado tributario, no social. Su misión no es promover el desarrollo. Su preocupación central es que las naciones tengan los recursos necesarios para pagar sus deudas. Eso es todo; lo demás es retórico.
Pero el verdadero problema es que a quienes ostentan el poder en Honduras tampoco les interesa promover el desarrollo de la población. El gobierno está interesado simplemente en cómo potenciar los negocios propios o de sus amigos más cercanos y el mejor ejemplo lo tenemos en el tipo de proyectos de inversión pública que se ejecutan a través de COALIANZA.
Lo que sería imperdonable es que un tema, como el económico, también le sea indiferente a la población que padece los abusos del gobierno y del Fondo.  
Si eso está claro, resalta más la urgencia de involucrarnos, de llevar a detalle las negociaciones que el gobierno hace con el fondo, de auditar y dar un seguimiento a la utilización de los recursos públicos, a vigilar que se usen de manera honesta y eficiente. Esta es hora de que en las comunidades, a lo interno de los sindicatos y movimientos sociales estuvieran discutiendo y desmenuzando el contenido de estas condicionalidades y previendo sus consecuencias, tanto en el país como en las familias.

Quizá no sea mucho pedir sacudirnos el sentimiento de impotencia o de indiferencia que nos corroe, tenemos la obligación de mantener y cultivar la esperanza y pensar que no todo está perdido.

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