lunes, 1 de septiembre de 2014

Llegada del FMI contrasta con luchas comunitarias que exigen soberanía e independencia


Dos eventos importantes del MADJ tuvieron lugar -el pasado sábado- que marcan la ruta hacia la dignidad y la justicia en los procesos de soberanía territorial guiados por los pueblos organizados. Uno de ellos tuvo lugar en el municipio de Tela, en el sector de las comunidades organizadas de la cordillera Nombre de Dios; y el otro evento tuvo lugar en el municipio de Atima, Santa Bárbara, en el sector de Pencaligüe.

En el caso de Nueva Esperanza, Tela, las comunidades organizadas en Núcleos Comunitarios del MADJ convocaron a cabildo abierto con la presencia exigida de las autoridades municipales y  al unísono procedieron a declarar la zona libre de minería, decisión popular que a la vez fue avalada por el gobierno municipal de Tela.

Mientras tanto, en el municipio de Atima, departamento de Santa Bárbara, los Núcleos Comunitarios del MADJ realizaron –también con la presencia exigida de los regidores y el alcalde municipal- una inspección al Proyecto Hidroeléctrico Pencaligüe que se construye desviando las aguas del río San José.

Es esta, pues, una muestra palpable que cuando el pueblo se organiza para defender sus territorios, sus peticiones son escuchadas y a los responsables del Estado no les queda más que atender los mandatos justos y dignos del pueblo. Y esta organización se construye y se vuelve muy fuerte cuando los intereses de la población y comunidad están más allá de las divisiones partidistas, sociales, de sexo, de religión o de cualquiera otra forma.

Sin embargo, son intereses contrarios totalmente a los del capital transnacional que en la naturaleza ve riqueza económica para explotar, sin importar la miseria que deja a su paso avalada por la aptitud entreguista de los gobernantes, como serviles al mejor postor, sin importar los padecimientos de la población a quien dicen servir.

Con la llegada de los técnicos del Fondo Monetario inicia en el país una serie de discusiones que se quedan en un círculo muy cerrado de personas. Los del Fondo que a partir de pequeñas alusiones en la prensa revelan que se han encontrado un país que carece de un verdadero plan económico, los del gobierno que tratan a toda costa de ocultar la insolvencia del Estado y están unos cuantos miembros de la sociedad civil queriendo revelar el enorme daño económico y social que las soluciones del gobierno y del fondo provocan. Pero ¿dónde está la ciudadanía que padece las recomendaciones hechas por el fondo e impuestas por el gobierno?.

A simple vista, los temas a tratar son correctos. Desde el Movimiento Amplio siempre hemos demandado,  por ejemplo, que el gobierno haga un uso más responsable y honesto de los recursos públicos y hemos demandado que todos los sectores, especialmente los más ricos y productivos, paguen todos los impuestos que les corresponden.

Nos queda claro que los primeros pasos por la transformación de la Honduras atrapada en las redes de corrupción, la impunidad y la narcopolítica -para que sean reales y efectivos- tienen que provenir del mismo pueblo. De un pueblo dispuesto a luchar y caminar organizadamente, para exigir cuentas a los funcionarios, para enderezar los entuertos empresariales, y, en fin, para hacer que Honduras vuelva a ser la patria de todas y de todos los que la amamos.

Desde y con estos ejemplos concretos, el MADJ saluda y felicita a las comunidades de Atlántida y Santa Bárbara, y llama a todas las comunidades de Honduras a organizarse para la defensa de la soberanía territorial de sus entornos,  paisajes y bienes naturales. Sólo la acción organizada de los pueblos puede hacer frente a la injusticia, a la corrupción y a la impunidad. Sólo la organización comunitaria es antorcha de dignidad para los pueblos que transitan hacia la libertad.

Por la dignidad, contra la corrupción e impunidad….

1 de septiembre 2014


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